Pocos lugares en Barcelona son tan especiales como el Barrio de Gràcia. Para el turismo no es tan conocido como la Sagrada Familia, Plaza Catalunya o el Paseo de Gràcia (que curiosamente, está casi su totalidad en l’Eixample, no en Gràcia), pero lo cierto es que es uno los lugares más vivos de la Ciudad Condal. Vivo en cultura, vivo en comercio, vivo socialmente e incluso vivo en diseño e innovación. Este barrio fue en realidad un pueblo independiente hasta finales del siglo XIX y aún conserva el espíritu de ser un pueblo en el que se conoce toda la gente, en el que sentirte parte de una comunidad.

La bohemia barcelonesa vive en varias zonas, pero sin duda una de ellas el Barrio de Gràcia, que acoge entre sus calles comercios, locales, bares, restaurantes y espacios culturales que pueden satisfacer la curiosidad y entretener a quienes lo visiten. Si uno quiere tomarse algo con unos amigos no tiene más que visitar la plaça del Sol, la Plaça de la Revolució o la plaça de la Vila, donde encontraremos restaurantes y locales de ocio con acogedoras terrazas.

Durante su fiesta mayor, las calles de Gràcia se llenan de color en el concurso anual que premia a las calles que mejor han sido decoradas con una temática concreta. Por tanto el mes de agosto es un mes ideal para visitarlo, ya sea por su buen ambiente nocturno como para admirar la decoración durante el día.

Su arquitectura también difiere de la del resto de Barcelona, ya que la escala de las casas y plazas es menor que en el downtown barcelonés, con lo que nos encontramos con un conjunto de callezuelas, casas bajas de estilo art nouveau, mercados y espacios de estilo modernista que merece mucho la pena visitar.

Pero sabemos que no sólo de ocio y cultura vive el ser humano, y no se vaya a creer usted que este barrio carece de comercios, porque si visita calles como Gran de Gràcia o Travessera de Gràcia, puede usted dar rienda suelta a su contactless hasta dejar su cuenta a cero. Y aún le faltarán tiendas que visitar. Es uno de los puntos neuràlgicos del pequeño comercio en Barcelona, que da una vida y un ambiente al barrio como muy pocos otros lugares consiguen.

Siendo una mezcla entre gente mayor culta y educada y gente moderna con formación y estudios, sus gentes consiguen aunar los distintos tipos de almas que la zona necesita. La paz y tranquilidad y la fiesta y la diversión se juntan en un espacio en el que vale la pena pasar una larga temporada de tu vida. ¿A qué estás esperando para comprar o alquilar allí una vivienda?