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Los beneficios del coliving para la tercera edad

La soledad y el deterioro son dos de los mayores problemas a los que se enfrentan todas aquellas personas al entrar en la tercera edad. Ante esta problemática, las viviendas colaborativas surgen ahora como un modelo alternativo al residencial tradicional, pues sus múltiples ventajas les permiten ser de gran ayuda ante la falta de compañía y el envejecimiento, a la par que permiten mejorar el rendimiento.  

CARACTERÍSTICAS DEL COLIVING 

Las viviendas colaborativas, o lo que también se puede llamar senior cohousing, es una fórmula de convivencia donde se engloban viviendas privadas con zonas comunes. En este tipo de comunidad, los socios son los encargados de gestionar el edificio y las actividades que se realizan, mientras que, por su parte, los vecinos se hacen cargo de la comunidad, la limpieza, el ocio, pero también la cocina, la jardinería o incluso el cuidado de los niños.  

Existen muchos tipos de coliving: urbanos o rurales; en edificios nuevos o en rehabilitados; distribuidos con casas unifamiliares, adosadas o en bloque; con espacios comunes agrupados o repartidos. Todo ello dependerá de la zona donde se construya este coliving y de cómo quiera distribuirlo la comunidad. 

Además, la propiedad se puede organizar de distintas formas. La más utilizada es la cooperativa con cesión de uso, en la cual la cooperativa es propietaria de las viviendas y las personas tienen derecho de uso indefinido. Este derecho se puede transmitir por herencia y se puede vender a través de la cooperativa, lo cual facilita la posibilidad de cambio de un coliving a otro según las necesidades vitales que tenga la persona propietaria.  

BENEFICIOS DEL COLIVING PARA LA TERCERA EDAD 

Es muy habitual que la comunidad esté compuesta por amigos o personas conocidas que llegan a un acuerdo. Aun así, el hecho de que sea una comunidad tan cercana, en la cual todos los vecinos cooperan para tomar decisiones, hace que las personas de edad avanzada no se sientan solas y puedan vencer a uno de los mayores problemas a los que se enfrentan. Según el Centro Internacional sobre el Envejecimiento, la soledad en los mayores se asocia con la falta de autoestima, angustia, ansiedad y depresión, problemas que pueden generar dolor físico o, incluso, aumentar las posibilidades de infarto o muerte prematura. 

Dentro de las ventajas de este modelo de vivienda hay que destacar también la absoluta implicación y administración de los socios, que permite mejorar la capacidad de independencia y autonomía de estas personas. Frente a las residencias, donde la vida es más pasiva, en el coliving serán ellos mismos los responsables de gestionar todo aquello que suceda en la comunidad. Esta particularidad contribuirá al desarrollo de su autonomía y a la lucha contra el deterioro, y enfermedades mentales como el Alzheimer o la demencia senil.  

Por último, es importante mencionar que este tipo de comunidades cuentan con actividades de gimnasia para la tercera edad, muy útiles para mantenerles en movimiento “sin salir de casa”. En algunos casos, además, también se cuentan con piscinas y áreas para el desempeño de actividades acuáticas, que, a la larga, mejorarán no solo el físico sino la calidad de vida de los residentes.